Nada debe detenerte

Lo que hoy vengo a contar es un poco mas serio pues quería compartir algo con lo que he vivido a diario y desde siempre. Es algo que todos conocemos como DISCAPACIDAD, aunque ello puede abrirte un mundo maravilloso donde contemplas la vida desde otro punto de vista.
Desde siempre ha habido personas a mi alrededor que me han considerado "débil" o incluso "flojo" debido a ello, desde compañeros de clase, pasando por profesores e incluso algunos amigos, y es que el simple hecho de que te tachen de "flojo" o "débil" nos sucede a todos los que tenemos una discapacidad pero os diré algo; en esta vida TODOS somos discapacitados e incluso capacitados, algunos más que otros y por ello hoy quiero compartir mi vista del mundo.

Ya desde bien temprano mis padres se aseguraron de hacerme entender que yo tenía ciertas limitaciones pero como un niño que era, hacía lo que me daba la gana respecto a lo que se trata el correr largas distancias, hartarme mas de la cuenta con la comida o levantando grandes cargas peso. En esas ocasiones como en otras, mi cuerpo acababa resintiéndose y se reflejaban mis limitaciones.
A día de hoy soy muchísimo mas consciente, de lo que puedo y no debo hacer, se que no debo comer ciertos alimentos y que tampoco debo ponerme a correr ciertas distancias ya que mi cuerpo, en específico mis piernas, acaban "machacadas".
Y os diré algo, comprendo a esas personas cuando se quejan de que no pueden correr mucho o no pueden levantar ciertas cargas de peso en el gimnasio y es que es algo que yo también he vivido a diario en su momento e incluso yo mismo pensaba de la misma forma, me quejaba del porque no podía hacer las cosas que otros si podían. Hoy con la mente mas madura os digo, "no debéis quejaros pues tenéis que ser conscientes de los límites de vuestros cuerpos y no solo vosotros sino todo el mundo", y como dije al principio, TODOS SOMOS DISCAPACITADOS COMO CAPACITADOS.

Y es que ser discapacitado no es tarea fácil ya que debes conocer bien tu cuerpo, tus límites y como no, aceptarlos, abrazarlos y vivir con ellos, y ya puestos en la realidad, la mayor prueba de cierta dificultad para algunas personas con discapacidad reside en superar barreras arquitectónicas y para otros las barreas de los demás y en esto me refiero a los momentos en los que debes enfrentarte a los bochornosos insultos de otras personas que no saben comprender o no quieren hacerlo, o  simplemente también cuando debes presentarte frente a un empresario para ofrecerle con esperanzas tu propio currículum.
A partir de ese momento tienes dos opciones, que seas aceptado en su empresa y que dicho empresario pueda tener a un gran empleado o bien, tras leerlo detenidamente y observar que tienes X grado de discapacidad, su único gesto sea agarrar con ambas manos el currículum y romperlo. Pero, ¿a qué se debe esto?
Es simple, hay muchos empresarios que por el miedo a las bajas consecutivas de un empleado no deciden contratar a un nuevo trabajador con discapacidad, esa es la realidad en la que vivimos.
Es cierto que hay muchísimas barreras arquitectónicas como mentales, y digo mentales refiriéndome a lo comentado antes, pues me sorprende que en el siglo y año en el que vivimos haya todavía personas que solo sepan insultar o que simplemente se avergüencen de padecer una discapacidad o de tener un hijo con dicha afección. Todos tenemos nuestros límites y el conocerlos puede llegar a abrirte la mente y lo que es mejor, tu mundo, y con ello conocer nuevas cosas ya sea la escritura, la lectura, el aprender a escuchar, empatizar con los demás o el gusto del coleccionar.

En cuanto a mi, hoy día no me quejo en lo que se refiere a mi discapacidad pues conozco mi cuerpo y se lo que puedo hacer y lo que no, y es que gracias a esta descubrí mi inteligencia escrita, mi don por saber escuchar o comprender a los demás, entre otras cosas. Y es que siempre intento extender dichas virtudes mas allá y aprender muchísimo de todo cuanto leo, observo, aprendo o escucho.
Respecto al empleo, se que no debo venirme abajo, mas es cierto que es difícil pero no imposible, y es que al igual que he comentado antes refiriéndome al miedo de ciertos empresarios que no aceptan discapacitados en sus empresas, he de deciros que hay muchísimas otras que la mayor parte de sus empleados son discapacitados y yo me pregunto, ¿que clase de empresario no puede resistirse a la tentación de tener a un trabajador que se desenvuelva como los demás o mejor, y sin tener que pagar a la Seguridad Social? Yo sería el primero en hacer dicho gesto.

Y no solo la existencia de dichas empresas la que nos facilita la incorporación a nuevos puestos de trabajo sino también organizaciones como FUNDACIÓN ONCE, INSERTA (apoyo para la ONCE en la formación e inserción en la sociedad) o COCENFE, que luchan y hacen lo imposible para que tantas personas con discapacidad como yo, podamos encontrar nuestro lugar en lo que se refiere a lo social y laboral.

Si lees esta entrada y te sientes comprendido, insisto, no te quedes sentado en un "rincón" a llorar o a penar en el porque de tus "limitaciones", debes levantar la cabeza, sonreír, salir a la calle a disfrutar y a demostrar quien eres de verdad, porque al final quien solo mirará por ti, por tu presente y futuro serás tú.

Nada podrá pararte en esta vida, y como dijo Ralph Waldo Emerson:

"Aquello que habita en el pasado y aquello que habita en el futuro, es solo una pequeña cosa comparado con aquello que habita dentro de nosotros".

Gracias a todo aquel que me lea.